El Malamute de Alaska es una
de las razas más antiguas de perros de trineo.
Este es un perro poderoso, de construcción sólida, pecho bien profundo y
cuerpo fuerte y musculoso. Sus
extremidades son bien aplomadas cuando está de pie y su actitud denota una gran
energía. La cabeza la lleva en alto, con
un porte altivo; la mirada, siempre alerta, expresa interés y curiosidad. La cabeza es ancha; las orejas son
triangulares y se mantienen erguidas cuando el perro está atento. El hocico es compacto y su anchura, de la
raíz a la trufa, sólo disminuye ligeramente.
No es ni largo, ni puntiagudo, pero tampoco es truncado. El pelaje es denso; el pelo de la capa
externa es áspero y de longitud suficiente para proteger la capa interna de
pelos que es lanosa. Esta raza existe
en distintos colores. Las marcas de la
cara constituyen un rasgo distintivo.
Estas consisten de una especie de toca que cubre la cabeza. La cara, o es completamente blanca, o presenta una
raya y o una máscara. La cola llevada sobre la espalda tiene el
aspecto de un penacho ondulante. Su pelo
es abundante.
El Malamute está dotado de una fuerte osamenta y sus
extremidades no presentan ningún defecto.
Los pies son buenos, el pecho es bien profundo y los hombros son
poderosos. Posee todas las otras estructuras físicas necesarias que le permiten
el cumplimiento eficaz de su tarea. Sus
movimientos son fluidos, equilibrados, infatigables y totalmente
eficientes. Este perro no está concebido
para competir con otros tirando del trineo en carreras de velocidad, su valor
reside en su fuerza y resistencia. Cualquier característica individual,
incluyendo el temperamento, que interfiera en la realización de este propósito,
debe ser considerada como la más grave de las faltas.